Carmen Argibay comenzó su carrera judicial en el Juzgado de Sentencia Letra Q de la Capital Federal en 1984, un puesto que heredó de Julio César Strassera cuando él fue trasladado como fiscal para iniciar el histórico Juicio a las Juntas. En este juzgado, Argibay demostró un firme compromiso con la legalidad de los procedimientos penales y la limitación de la actuación policial fuera del marco normativo. Además, se destacó por su atención a la individualidad de las personas juzgadas, particularmente en cuanto a sus condiciones de vulnerabilidad, un enfoque muy adelantado para su tiempo. Estos principios reflejaban su historia personal y las injusticias que sufrió durante su detención. Aquí algunas de sus sentencias: